lunes, 3 de diciembre de 2012

Enamorar debe ser siempre una actividad


EL periódico ABC, en su publicación del 18 de noviembre de 2012, recoge un artículo titulado “Veinte maneras de complacer a tu pareja”.

El artículo versa sobre la forma ideal de mantener la llama del amor encendida, en base a una serie de consejos que la autora Lucy Sanna recoge en su libro “Cómo enamorar cada día al hombre al que amas”.

Lejos de vararnos en el título del libro, poco apremiante pues tanto el hombre como la mujer deben enamorar al otro, trata de dar ciertos consejos sobre cómo conseguir alcanzar la atención del compañero/a con el que uno comparte su vida, y cómo mantener viva, cierta llama del amor, a la que muchos ya desde jóvenes le ponen fecha de caducidad.

Y aunque en consonancia con Lucy comprendo que hay que trabajar el amor, creo que tan importante como cuidarlo es iniciarlo. El problema de nuestra sociedad actual no se halla en que el amor no se conserve, sino en la forma de iniciarlo, o mismamente de querer iniciarlo. El amor no surge una noche en una discoteca, entregando primero el cuerpo y, ya a posteriori, el alma. Alterar el orden de los factores aquí si altera el producto. Pues a todas luces, ese amor nunca llegará a buen puerto, por la única razón de que jamás nació. Distínganse pues los sentimientos de las pasiones.

Partiendo de esta realidad, la sensación al leer estas breves líneas citadas del libro de Lucy, es que enamorar debe ser algo premeditado, y trabajado día a día. Y en cierto modo, no le falta razón. Valga el símil de una llama que prende encendida mientras se evitan las corrientes de aire. Para el amor sucede lo mismo. Es necesario evitar cada día, minuto y segundo que una corriente pueda llevarse de un plumazo un ambiente de enamoramiento que ha costado años de trabajo.

El amor es eso que muchos de los humanos tienen como tarea pendiente cuando se predisponen a unirse a otra persona, esperando que todo les venga rodado. Esta opinión del concepto amor, en el que todo será maravilloso sin tener que preocuparse por hacer nada para mantener ese hermoso sentimiento, es el que lo condena a él, y a la pareja que lo engendra, a la muerte más súbita que podamos imaginar.

El amor conlleva desde su inicio (con la atracción por una persona y por su forma de ser, por su esencia) la necesidad de dedicación, entrega, tiempo y cariño, aparte de una gran dosis de ilusión por mantenerlo. Es un trabajo, SÍ, y en esto coincido con la autora, pero también debe ser una satisfacción. Es por así decirlo el trabajo que más debe motivar a una persona, y el que más satisfacciones aporta, partiendo de la sólida verdad de que cuando elegimos pasar el resto de nuestra vida con una persona, es porque realmente sentimos algo tan inmenso por ella, que dejamos de ser nosotros para convertirnos en uno solo.

Concebir ese amor maravilloso es llegar a entender que, en este mundo, no hay rosas sin espinas, y aquella que no las posea, sencillamente no es una rosa.

(Autora: María Gallego García)

6 comentarios:

  1. Comparto totalmente tu opinión María, hoy en día el amor está muy desvirtuado lejos de su verdadero sentido, se habla de amor como un sentimiento más sin la importancia que merece, es habitual oír hablar en la sociedad actual de un ‘’te quiero’’ que va cambiando de destinatario continuamente, un te quiero en el que apenas van vinculados sentimientos de amor, sino más bien de una atracción recíproca, que tiene sus días contados. El amor es mucho más que eso, no sabría definirlo pero lo que si sé, es que hace de los seres humanos unos seres excepcionales dándole sentido a nuestra vida, que sería de nosotros sin amor que dar, sin amor que recibir, sin esa satisfacción, simplemente estaríamos vacíos. Por eso se habla de que el amor nos llena el alma y que cierto es.
    No estoy tampoco de acuerdo el sentido que se le da al libro, va dirigido directamente hacia la mujer, utilizando el tópico de que la mujer tiene que ser la que conquiste al hombre para que no se aparte de su lado. Pienso que en una relación de pareja como bien has dicho, ambos tienen que involucrarse en esa función si es su intención compartir el resto de su vida con esa persona y para ello se tienen que esforzar tanto el hombre como la mujer.

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  2. No he tenido tiempo de explicarlo en clase, pero cuando lo hago doy una definición de amor: lo que se está dispuesto a hacer por el bien de alguien desinteresadamente. El amor está unido a la voluntad y a la libertad, y lo más importante no son los sentimientos que tantas veces identificamos con el amor, y que nos pueden confundir y despistar de lo verdaderamente importante. Lo importante es querer ("sí, quiero"), los sentimientos van y vienen, sirven para indicarnos que algo pasa, bueno o malo, y, si acompañan, ayudan a querer, hacen el amor más fácil, pero en sí mismos no son el amor. Sin embargo, cuando se quiere de corazón, ese querer también se siente.

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  3. Covadonga Ortega Cantarero16 de mayo de 2013, 12:20

    Estoy de acuerdo con María Gallego y me quedo con el símil que usted hizo el otro día entre el amor y una carrera de ciclistas, ya que el amor es algo que hay que alimentar cada día y en las circunstancias difíciles hay que saber subir esa montaña para poder volver al camino llano donde se encuentra la felicidad en pareja.
    Hoy en día, en la sociedad en la que vivimos en más difícil tener una pareja para toda la vida, pero no nos tenemos que dejar influenciar por las rupturas que se producen cada día a nuestro alrededor, hay que mirar y buscar la felicidad cada día en la persona que se encuentra a tu lado, y por supuesto que el amor se puede acabar pero es mucho más difícil que el amor se acabe cuando conlleva lucha viceversa por la otra persona y a la vez recompensa.
    Es fácil tomar una decisión mirando siempre por uno mismo, pero lo que pide el amor es saber mirar por la otra persona y que esa persona haga lo mismo por ti, porque no hay mayor recompensa que sentirse querido y para eso, valga la redundancia, hay que "querer" querer a la persona que se encuentra a nuestro lado.

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  4. Recuerda lo que decía el autor del Principito: "amar no es mirarse el uno al otro, sino mirar ambos en la misma dirección". Tendemos a pensar que amar es embobarse en la persona amada, pero hasta el dulce más deseado harta... Una pareja sólo tiene futuro si tiene proyecto, hacia el que avanzan unidos sus dos miembros. Como decía Julián Marías (al que recomiendo leer), no podemos olvidar que el ser humano es proyectivo y futurizo. Lo malo es que hoy en día se lleva hablar sólo del carpe diem, que es todo lo contrario, es vivir sin responsabilidad, sin pensar en las consecuencias (que no es lo mismo que vivir como si fuese el último día, porque también la muerte tiene sus responsabilidades y sus consecuencias).

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    1. Ana Isabel Redondo Muriel21 de mayo de 2013, 13:50

      Tal y como comente en el foro(que no sabia como hacerlo por aquí y ya lo he conseguido) esta publicación me ha encantado. Asique lo vuelvo hacer de nuevo. Pues bien, estoy muy de acuerdo con la autora María Gallego y con mis compañeras. Considero que en la sociedad que vivimos hoy desvaloramos lo que realmente significa el amor. Pienso que el amor es como una llama muy intensa cuando es de verdad y que cada día va haciéndose mas grande, aportándose cosas nuevas. Esta llama no siempre brilla con intensidad puesto que hay problemas y todos sabemos que es inevitable, pero que al final siempre hay una buena satisfacción que deriva en felicidad. Una felicidad que se comparte con la persona que queremos. El amor es un camino que tiene obstáculos pero que si es verdadero, se tropieza y nos levantamos con mas fuerza para hacerlo mas fuerte aún. Hoy en dia se desvalora mucho porque no hay estabilidad. No somos muy estables pero hay que mirar la parte positiva, no mirar las personas que no lo son. El amor debe ser un trabajo constante, pero un trabajo que nos gusta realizar, que nos llena de satisfacción. Aquí os dejo una letra de una canción que me encanta como habla del amor en pocas palabras."Amor no es rutina, amor no es la herida que nunca se sana, amor no es te quiero si no es con el alma, si no es sincero. Amor es confianza, amor la aventura del que te abre el alma, amor es la fuente que todo lo baña, amor es la causa de cada mañana, amor es la fuerza y amor es la calma."

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  5. Pedro López Aránega21 de mayo de 2013, 14:43

    Los comentarios y explicaciones llevados a cabo por el profesor López-Sidro el último día de clase acerca de esta cuestión me han hecho reflexionar a fondo sobre esta temática.
    Encontramos una sociedad donde las condiciones de vida dadas a la volatilidad y al actuar sin pensar con anterioridad nos llevan a confundir o despreciar una serie de valores tradicionales y propios del ser humano. De esta forma, un valor básico como es el amor se está viendo desvirtuado en las últimas décadas, pasando a concebir su significado como un mero sentimiento o capricho momentáneo de la persona sin parar a pensar lo que realmente ello conlleva y significa. El amor es algo más que una emoción o voluntad, supone una entrega incondicional hacia la otra persona, aceptándola como algo propio.
    De esta forma la doctrina cristiana se muestra sumamente acertada en su defensa por un valor como es el amor en su forma más pura y sincera. La defensa de la esencia de este valor debe ser llevada a cabo por cualquier persona sean cuales sean sus convicciones. Y en mi opinión, hemos de hacer lo posible porque la sociedad actual llegue a concebir la verdadera dimensión de este concepto, alejándose de consideraciones mediatizadas en las que actualmente nos vemos presos.
    Y por ello, es necesario que un matrimonio sepa e procure alimentar su amor y los sentimientos positivos que este desprende, pero hemos de comprender que el amor no es un sentimiento que se deba de procurar mantener entre las parejas por miedo a su fin o por ‘’conquistar’’, sino que este ‘’alimentar el amor’’ debe ser la causa de un amor sincero al que ya antes nos habíamos entregado.

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