martes, 5 de noviembre de 2013

El fracaso de los segundos matrimonios

Siempre he dicho que no se puede empezar desde cero, cuando se habla de "rehacer la vida". Esta noticia publicada en Aceprensa lo confirma:

A menudo se da por supuesto que tras un primer matrimonio roto la felicidad espera a la vuelta de la esquina con un nuevo matrimonio. Pero casi nunca se habla de las dificultades específicas que han de afrontar los divorciados vueltos a casar, cuyas nuevas uniones tienden a ser más frágiles. Maggie Scarf menciona algunas de ellas en un artículo publicado en la revista Time.

Según datos del Current Population Study de 2009, en Estados Unidos el 60% de los divorciados vueltos a casar se divorcian otra vez. En cambio, los primeros matrimonios tienen un riesgo de ruptura estimado en menos del 40% de los casos (cfr. Aceprensa, 25-09-2009). Además, los segundos matrimonios suelen romperse antes.Scarf, profesora de psicología en la Universidad de Yale, ha entrevistado en profundidad y seguido durante una década a 80 divorciados vueltos a casar. En su libro The Remarriage Blueprint explica los obstáculos que afrontan a partir de la experiencia de siete parejas. Su conclusión es que las segundas nupcias (en EE.UU. el 95% son divorciados y el resto viudos) añaden nuevos problemas a los habituales de la convivencia familiar.

Para Scarf, quienes se casan por segunda vez “a menudo tienen expectativas poco realistas”. A muchos les gustaría empezar de cero, pero la realidad es que cada cual llega al juzgado con una historia matrimonial detrás. Como consecuencia, “el segundo matrimonio les pone por delante una serie de problemas inesperados como los vínculos de lealtad de los hijos; el reajuste de las funciones paternas, o el acoplamiento de las diversas culturas familiares”.

Una de las dificultades más frecuentes son las tensiones provocadas por la convivencia con los hijos de un matrimonio previo. Scarf recomienda al recién llegado a la familia que busque el equilibrio entre la disciplina estricta con los hijos de su pareja y el permisivismo.