lunes, 16 de marzo de 2009

Sueños de un seductor

Voy a poner un ejemplo poco sutil de educación sentimental, en este caso a través del cine. Se trata de una película protagonizada por Woody Allen, "Sueños de un seductor" (Play it again, Sam), donde interpreta al típico fracasado ridículo, que en este caso además es un ferviente admirador de Humphrey Bogart y de sus películas, hasta el punto de que se imagina al actor dándole consejos sobre cómo tratar a las mujeres, al estilo de un tipo duro. Este ejemplo concreto podría valer para otros más cercanos a nosotros, así que pensemos en qué medida, consciente o inconscientemente, imitamos comportamientos (y también anhelos) cuando nos enfrentamos al amor y a las relaciones de pareja. Inserto cuatro vídeos:







No hay comentarios:

Publicar un comentario