miércoles, 11 de marzo de 2009

Prensa del corazón


Pego un fragmento de un artículo del psiquiatra Enrique Rojas, en que habla de la negativa influencia de la prensa del corazón en la educación sentimental de la sociedad:

Las revistas del corazón son el mínimo común de la cultura de masas. Ya que todos tienen acceso a él. La gente sueña con las andanzas de los otros y se convierte en amigo y familiar y conocido. Estas revistas no te exigen nada, ni te obligan a preguntarte nada. En la publicación escrita el 90 por ciento son fotos y sólo un 10 por ciento es de texto, lo cual ya da una idea de lo que es su contenido. En las que se sirven en televisión, suele haber una serie de contertulios, maestros en el arte de chismes y cotilleos, que ofrecen noticias verdaderas, falsas o deformadas, que son trivialidades de mujeres sin cultura, que hoy han hecho fortuna y enganchan con sus garras y producen una especie de encantamiento. El aire pesa inmóvil y el auditorio queda atrapado en unas sutiles redes de afirmaciones y confirmaciones, trasegando retazos de vidas huecas y sin brújula.

A los que llevan una vida gris, les ayuda a participar en la vida de «la gente importante» y codearse con ellos. Son sueños y fantasías que necesitan tener un final triste, para que el formato de entrega sea completo. ¿Porqué interesa tanto esto, qué carga curiosa tiene ese hurgar en parejas rotas? Interesa la vida afectiva ajena siempre que exista ruptura, desunión, escándalo. ¿Por qué tiene que ser de ese modo? Interesa lo morboso, arrastra, empuja a una curiosidad dañina, que tira de nosotros y nos traslada a una escena romántica con todos sus ingredientes. Vida sentimental expuesta con amplitud, rotura de sus hilos principales y drama con todos sus ingredientes.

Muchas cosas de la vida se mueven como un juego de contrastes. Para ver las cosas claras es menester haberlas visto antes muy oscuras. Sólo apreciamos la salud después de una enfermedad. La felicidad es mayor después de una prueba dolorosa y humillante que ha sido superada. El amor que se ha roto llegó con ceguedad y se fue dejando lucidez. Los consumidores de este género disfrutan con las historias que se cuentan y es fácil verse cogido en ellas. ¿Por qué? Hay un fenómeno contagioso que conduce a influir en la forma de pensar de la gente del pueblo, que va aceptando gradualmente los cambios en los modos de pensar y de vivir los sentimientos. Esto me parece de una importancia evidente. En una sociedad que lee poco, por falta de hábito y por la explosión de televisión, vídeos y cine, ello comporta un influjo enorme de esos programas y magazines.

La prensa del corazón es una subcultura a base del streeptease sentimental de los famosos. No llega a cultura porque no enriquece, ni hace mejor al que se adentra por esos bosques, ni le lleva a madurar más, sino que deja una secuela agridulce, que se diluye hasta la siguiente noticia... produciéndose de ese modo necesidad de sorpresas permanentes, una montaña rusa que va idolatrando esos sucesos inéditos sobre quién ha sido el último en romper su vida conyugal: hay en esa pasión sorpresa y frases que se hacen coloquiales: «qué me estas diciendo, quien podía imaginarlo, parecían un matrimonio bastante unido, ya se comentó hace tiempo, ella no le aguantaba a él, se veía venir, a mi él nunca me gustó» y un largo etcétera lleno de frases estelares.

Idolatría neurótica y enfermiza por conocer los trozos rotos y sus porqués de las vidas sentimentales que han saltado por los aires. Hay detrás de ello: cansancio del propio horizonte, la necesidad de satisfacer unos ratos viendo todo eso para neutralizar la vida personal más o menos anodina o también, contrapesar y nivelar las desgracias de uno con esos dibujos desdibujados.

3 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con el autor. Me parece mentira que la gente sea capaz de publicar sobre la vida amorosa de otros. EN mi opiniónb se distinguen dos partes. Por un lado están las personas que se encargan de recoger la información de las parejas y de su vda. ¿Es ético "meterse" en la vida de otras personas solo para obtener beneficios económicos? Creo que es una falta de ética total, aunque aún me parece más grave las personas que dejan que estos últimos hablen sobre su vida. ¡Si incluso son ellos los que airean su vida privada en público! Yo creo que no dejaría que algo así me ocurriese. ya es bastante difícil el tomar tus decisiones solo y el vivir una vida tranquila. ¿Porque complicarsela de la manera menos humana posible? Digo humana en el sentido de que es tu vida y la de tu pareja de la que se habla y de la que se obtiene un beneficio. Yo creo que pòr falta de dinero no es sino por afán de más y más. Pór último añadir que también hay unas terceras personas y que somos nosotros que compramos las revistyas y vemos los programas del corazón y que mandamos mensajes a la tele para qeu salgan en la pantalla. Es normal que la prensa intervenga en la percepción de las personas sobre el amor y que contyribuya a cambiar el concepto del amor que hasta ahora tan bien había funcionado.

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  2. Estoy de aucerdo con el autor del anterior comentario pero opino que es tan malo meterse en la vida de los demás como recibir dinero por publicar tu vida e incluso esto último me parece más amoral. Pero la gente va a lo fácil y cómodo; "el fin justifica los medios", suele decirse y no se parar a averiguar las consecuencias futuras que pueden desencaderar sus actos. Y ya cuando estás metido en esa espiral no puedes decir: ¡Basta! porque ya todo el mundo te conoce yq uiere saber más y más. Y sobre la gente que lee prensa rosa opino que su vida está demasiado vacía y a de llenarla con acontecimientos de otras personas

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  3. Estefanía Fernández Pérez29 de mayo de 2009, 12:05

    Yo estoy de acuerdo con el autor del artículo pero también creo que en numerosas ocasiones son los propios famosos los que desean que su vida y sus propios "trapos sucios" salgan a la luz, al conocimiento de todo el mundo si con ello ganan dinero, lo que me parece algo inmoral. Desde el punto de vista de quienes leen la prensa rosa, es entretenido conocer los chismes y la vida de estas personas y tienen el derecho de criticarlos pero yo a ellos no los critico, ya que son los famosos quienes venden sus vidas.

    Ya se sabe que luego deben enfrentarse a estas críticas.

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